Lesiones de enfermeros: el lado doloroso del cuidado de los pacientes
Los enfermeros suelen seguir la carrera médica porque quieren ayudar a los demás. ¿Pero quién cuida a los enfermeros cuando se lastiman por cuestiones laborales?
Es algo natural: el paciente siempre va primero
Los enfermeros suelen estar tan enfocados en cuidar al paciente que, muchas veces, aun si su integridad puede quedar expuesta, continúan haciendo su trabajo. Desafortunadamente, este nivel de dedicación resulta en que los enfermeros no obtienen el cuidado que necesitan.
Por ejemplo, una enfermera estaba ayudando a un paciente de 300 libras a ponerse de pie. En ese momento, la enfermera sintió que algo tronaba en su espalda. Como el paciente siempre va primero, la enfermera siguió trabajando el resto de su turno, con un dolor en la espalda cada vez mayor.
Un par de horas después de que había terminado su turno, su esposo la encontró en el piso de la habitación: la enfermera no podía caminar. Ahora tiene que usar una placa y varios tornillos en la columna debido a una hernia discal. Además, no puede volver a su trabajo por la gravedad de su lesión.
Lesiones más comunes para los enfermeros
En su trabajo, los enfermeros se ven expuestos a una serie de riesgos muy específicos que pueden causar lesiones. Analizaremos algunas de esas lesiones a continuación.
Lesiones musculoesqueléticas.
Los enfermeros suelen sufrir esguinces en la espalda, la muñeca, el hombro, las rodillas y los tobillos cuando están ayudando a pacientes a ponerse de pie o en accidentes de resbalón y caída en el hospital. En algunos casos, pueden sufrir lesiones muy graves, como daño en una vértebra, lo que significará que no podrán volver a trabajar.
Y, lamentablemente, los enfermeros también suelen ser víctimas de crímenes violentos, que puede causar daños al sistema musculoesquelético. No todos los pacientes son tranquilos, en especial, aquellos con alguna enfermedad o lesión que afecte su estado mental. Durante el tratamiento, muchos pacientes pueden asustarse y reaccionar de manera violento, sin darse cuenta de que pueden lastimar a las personas que los están intentando ayudar.
Infecciones
Muchos pacientes son hospitalizados con infecciones bacterianas graves. La exposición a estas bacterias puede causar graves infecciones en la piel, en la sangre y en el sistema respiratorio.
Pinchazos de aguja
Los agujas se utilizan para administrar medicamentos, sacar sangre o colocar catéteres. Si un enfermero se pincha con una aguja no estéril, corre el riesgo de exponerse a cualquier enfermedad o infección contagiosa que el paciente haya podido tener. En ese caso, el enfermero tendría que hacerse análisis varias veces en un breve período.
Exposición a químicos
Los enfermeros también están expuestos a muchos químicos peligrosos. En un estudio realizado por Physicians For Social Responsibility, titulado “Hazardous Chemicals In Health Care: A Snapshot of Chemicals in Doctors and Nurses”, los investigadores descubrieron que todos los participantes habían sido expuestos a, al menos, 24 químicos peligrosos.
En el estudio, se concluyó que los hospitales y los trabajadores deberían tomar acciones más proactivas para asegurarse de cumplir con los siguientes objetivos:
- reducir la exposición
- proteger a pacientes, enfermeros y médicos
- participar en más programar gubernamentales e institucionales
Cualquiera de esas lesiones puede costar miles de dólares en cuidado médico.
El alto precio de las lesiones de enfermeros
Las estadísticas demuestran que el pago de compensación laboral promedio para los enfermeros es de $ 15,860. Pero esto no incluye el dinero que se pierde por los salarios, ya que el 25 % de los enfermeros tiene que tomarse licencia no paga por enfermedad para poder recuperarse. Y tampoco incluye los casos en los que se rechaza el reclamo de compensación laboral, que representa el 50 % de los casos, y que tienen que pagar por sus propios tratamientos.
De hecho, para los hospitales, es mucho más eficiente a nivel económico esforzarse por prevenir lesiones de los enfermeros en lugar de reemplazar a aquellos que no puedan volver. Si el enfermo se lastima y no puede volver a ejercer, le puede costar al hospital un promedio de $ 27,000 a $ 103,000 reemplazarlo con otro empleado.
Teniendo en cuenta la gran cantidad de dinero que cuestan las lesiones cada año, muchos nos preguntamos por qué no se invierte en capacitaciones y en equipo, lo que podría prevenir lesiones y sufrimiento.